Resumen del libro Reconstrucción socialista: un futuro mejor para los Estados Unidos, publicado en el periódico Liberation, del Party for Socialism and Liberation (PSL), en noviembre de 2022.

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Tras años de trabajo, el Partido por el Socialismo y la Liberación acaba de publicar un nuevo e importante libro que presenta una visión para la transformación de los aspectos más fundamentales de la sociedad: cómo serían los Estados Unidos tras una revolución socialista.

Los socialistas no pueden pretender que una revolución ocurra sólo porque en las luchas de masas ellos resultan ser los mejores y más dedicados organizadores, esperando que una de estas luchas de masas simplemente dé paso al liderazgo socialista en un momento de gran crisis. Tampoco es suficiente, dada la urgencia de los tiempos, ganar para el socialismo a las personas tomadas de una en una, y de dos en dos. Para que los socialistas puedan aprovechar con éxito esta oportunidad, debe producirse un cambio cultural y que el socialismo sea aceptado ampliamente. Deben asimismo cultivar deliberadamente una conciencia pro-socialista de masas, ahora y antes de que se produzca una crisis revolucionaria.

Por todas estas razones y más, decidimos escribir un libro que entendíamos que sería poco ortodoxo para los marxistas. Entre la izquierda marxista, durante mucho tiempo se ha asumido como un principio que nadie debería esbozar un proyecto de cómo será una sociedad o un gobierno socialista. Pero eso es exactamente lo que hicimos los autores de este libro, no porque hayamos encontrado una bola de cristal, sino porque esto se ha convertido en una necesidad política para el período actual.

Entonces, ¿por qué elaboramos este libro, que en cierto modo rompe con la tradición marxista de negarse a proporcionar un proyecto de socialismo? El propósito de este libro es demostrar, más que simplemente declarar, que existe una alternativa al capitalismo en Estados Unidos, e iniciar un diálogo con toda la sociedad sobre cómo será esa sociedad socialista. En este proyecto, hemos reclutado como escritores a miembros individuales del partido, y a algunos no miembros, que tienen experiencia y conocimientos en determinados campos y áreas de lucha, y les hemos planteado una pregunta singular: Si la clase obrera ya tuviera el poder en Estados Unidos, ¿cómo reorganizaría la sociedad?

Por supuesto, no pretendemos que ninguna de sus sugerencias represente la última palabra o la respuesta definitiva a ninguna de estas preguntas. Eso sólo puede configurarse en la vida real. Tampoco hemos intentado responder a todas las preguntas importantes sobre cómo sería el socialismo. Cada capítulo demuestra que otro mundo no sólo es posible, sino rápidamente alcanzable una vez que se elimine la ganancia privada como motor de la sociedad, y se reorganicen la tecnología, los recursos y las estructuras de poder existentes a fin de que satisfagan las necesidades de la gente y del planeta.

Si las ideas del libro te gustan y te atraen, tanto si estás totalmente de acuerdo como si tienes otra propuesta para remediar las crisis del capitalismo, entonces deberías considerarte socialista. Ese sentimiento de querer reconstruir la sociedad, reparar las injusticias y organizar más eficazmente nuestro mundo común, esos sentimientos representan tu hambre más profunda de otro sistema. En el presente capitalista, un mundo así puede parecer un sueño. Pero no lo es. Puede suceder aquí.

Reconstrucción Socialista presenta una visión de cómo podría organizarse la sociedad si el pueblo tuviera el poder, si los pobres y los trabajadores tomaran el control del gobierno y la economía, y derrocaran a los explotadores y opresores que dominan actualmente. A continuación, extractos del libro.

Del capítulo 2: «Gobierno socialista: Forma y función de una nueva democracia»

El gobierno socialista tiene que garantizar que las decisiones que afectan al conjunto de la nación sean tomadas y supervisadas por órganos con representación de todo el país. Para ello, prevemos un gobierno socialista central que, al igual que el actual gobierno de los Estados Unidos, cuente también con dos cámaras. Para que la legislación se convierta en ley tendrá que ser aprobada por ambas cámaras. A diferencia del gobierno actual, el gobierno socialista estará diseñado para ser verdaderamente representativo.

La primera cámara será la Asamblea Popular Nacional. De forma similar a la actual Cámara de Representantes, la Asamblea Popular Nacional estará formada por delegados elegidos en los distritos electorales locales y por organizaciones de masas que representen a diversos sectores de la sociedad: sindicatos, organizaciones de mujeres, jóvenes, etc. La Asamblea deberá ser mucho mayor que la actual Cámara de Representantes, de 435 miembros, para garantizar una representación adecuada de todas las regiones urbanas, ciudades pequeñas y zonas rurales.

Además de ampliar el número de representantes, la reconstrucción socialista establecerá directrices que garanticen el carácter obrero de la Asamblea Popular Nacional y que exijan que las mujeres constituyan al menos la mitad de los delegados elegidos. Las unidades administrativas rediseñadas de las que se ha hablado en la sección anterior garantizarán que la Asamblea Popular Nacional sea representativa de la clase obrera multinacional. El 83% de los habitantes que viven en zonas urbanas ya no estará dominado por los intereses de quienes viven en distritos poco poblados, principalmente gente blanca. Ninguno de los delegados será un político a tiempo completo.

La segunda cámara será la Asamblea de Naciones Oprimidas. La Asamblea de Naciones Oprimidas sustituirá al Senado de Estados Unidos, la versión estadounidense de la Cámara de los Lores británica. Durante los últimos 440 años, la clase capitalista estadounidense ha asegurado su riqueza y dominio sobre la sociedad mediante el robo de las tierras de los pueblos y naciones indígenas de Norteamérica y mediante la esclavitud y posterior super-opresión y explotación de los afroamericanos. Se crearon instituciones racistas para reforzar este sistema y garantizar la privación de derechos y la marginación de decenas de millones de personas. Para corregir esta injusticia histórica y garantizar la plena unidad de la clase obrera sobre la base de una auténtica igualdad, la Asamblea de Naciones Oprimidas funcionará como una segunda cámara. Estará formada por delegados de las nacionalidades y pueblos oprimidos. Para convertirse en ley, la legislación propuesta deberá obtener una mayoría de votos tanto en la Asamblea Popular Nacional como en la Asamblea de Naciones Oprimidas.

Del capítulo 3: «Un futuro energético para las personas y el planeta»

La Agencia de Combustibles Fósiles se encargará del proceso por el que la producción de combustibles fósiles disminuya de forma constante. Para ello, elaborará, coordinará y hará cumplir las expectativas de producción; desarrollará medios para evaluar el cumplimiento; y planificará y gestionará la distribución de los suministros decrecientes de combustibles fósiles según los principios socialistas de satisfacer las necesidades sociales y dar prioridad a los históricamente desfavorecidos. Por ejemplo, esta agencia se asegurará de que los hogares de las minorías nacionales antiguamente oprimidas se calienten antes que las piscinas de la clase alta restante. También supervisará la clausura de las centrales nucleares y el desmantelamiento de las industrias de armamento y cualquier otra industria relacionada que se considere que ya no cumple los requisitos energéticos necesarios. Esta agencia incluirá a trabajadores sindicados de todos los sectores relevantes, científicos, ecologistas y líderes comunitarios. Tendrá a su cargo la Agencia de Movilización Climática, trabajará estrechamente con los sindicatos, los grupos de la comunidad y las empresas locales para que asuman nuevas responsabilidades y adquieran nuevas capacidades de conservación y gestión de la energía.

La Agencia de Movilización Climática colaborará estrechamente con los sindicatos para organizar la transformación masiva de la producción que hará falta para transitar hacia fuentes de energía renovables. Esta transformación incluye la expansión de la energía eólica, solar e hidráulica; el desarrollo de baterías y capacidades de almacenamiento de energía eficientes y ecológicamente racionales, y la construcción de una red eléctrica a escala continental. Requerirá cambios fundamentales en los sectores industrial, manufacturero y de la construcción. La Agencia de Movilización Climática supervisará y centralizará los procesos de recopilación de datos para controlar el consumo y el uso de la energía. También se encargará del reciclaje de los trabajadores, de colaborar con el Departamento de Educación en la coordinación de la formación profesional para garantizar que los trabajadores de los sectores desmantelados y las personas de grupos históricamente desfavorecidos dispongan de toda una serie de oportunidades para utilizar y desarrollar sus capacidades con el fin de ayudar y beneficiar el esfuerzo general de reconversión. También estará compuesta por trabajadores sindicados, científicos, técnicos, ingenieros y educadores.

La Agencia de Respuesta Justa desarrollará y aplicará el plan para responder a cualquier escasez de energía que surja durante la transición. Comenzará con un inventario de las necesidades y prioridades energéticas, trabajando directamente con las juntas comunitarias y los sindicatos en una auditoría energética. Como agencia matriz de las juntas de respuesta comunitarias y sindicales, trabajará con las comunidades y los lugares de trabajo para desarrollar planes cultural y localmente sensibles que hagan frente a la escasez. Los miembros de la Agencia de Respuesta Justa procederán principalmente de campos como la logística, los servicios sociales, la energía y las ciencias de la información.

La Agencia de Investigación y Educación coordinará la educación y la investigación relacionadas con el clima y la energía. Bajo su responsabilidad estarán los proyectos de educación popular, el desarrollo científico y tecnológico y los experimentos de adaptación y mitigación a gran escala. La Agencia de Investigación y Educación coordinará el intercambio y la difusión de múltiples formas de conocimiento sobre el cambio climático, el medio ambiente y las repercusiones ecológicas de las opciones sociales. Los miembros de esta agencia procederán de campos muy diversos, como la educación, la cultura, la climatología, la planificación urbana y la conservación del suelo. Es esencial que entre sus miembros haya indígenas con conocimientos sobre modos de producción no industriales. Aprovechando la experiencia y los conocimientos de las asociaciones de campesinos y pequeños agricultores de todo el mundo, la Agencia de Investigación y Educación apoyará a estas organizaciones populares y aprenderá de ellas, difundiendo sus conocimientos y potenciando sus redes de cooperación.

Del capítulo 6: «Renovación de infraestructuras: vivienda y transporte»

El nuevo gobierno socialista creará una Agencia Nacional de la Vivienda para establecer una amplia política de vivienda, administrar las viviendas de propiedad pública y supervisar la creación y aplicación de un plan nacional de vivienda decidido democráticamente. La Agencia Nacional de la Vivienda iniciará la formación de una red de organizaciones populares en cada ciudad y pueblo, incluyendo cooperativas de inquilinos, juntas de vecinos, asambleas de barrio y consejos regionales. Estas organizaciones representarán el control popular local y responderán ante los residentes individuales, las organizaciones vecinales y los organismos superiores, como la Agencia Nacional de la Vivienda. Las organizaciones locales y regionales participarán en el diseño y la aplicación del plan nacional de vivienda, así como en sus respectivos planes locales y regionales. En lugar de hacer hincapié exclusivamente en la educación formal y la experiencia tecnocrática, la planificación y la toma de decisiones integrarán diferentes formas de conocimiento y valorarán las experiencias locales.

En colaboración con las organizaciones populares, la Agencia Nacional de la Vivienda iniciará un inventario periódico y exhaustivo de las viviendas y una encuesta sobre las necesidades individuales de vivienda de la población, incluida la proximidad al trabajo, el acceso a servicios como guarderías y atención a la tercera edad, la disponibilidad de parques y actividades recreativas, la accesibilidad de los edificios y otros aspectos importantes de la vivienda. Recurrirá a organizaciones de barrios y edificios para que ayuden a recopilar esta información y transmitan los datos a las agencias y organismos de planificación locales. Dependiendo del tipo de necesidad, los organismos locales prestarán servicios directamente o proporcionarán recursos a los consejos de residentes y trabajadores para abordar las necesidades. Los organismos de planificación locales, regionales y nacionales utilizarán la encuesta y el inventario nacionales para organizar el desarrollo de nuevas viviendas públicas según las necesidades. No existe una solución de vivienda única para todos: desde personas solas a grupos grandes, personas que prefieren desplazarse y personas que prefieren permanecer en el mismo lugar, debe haber una amplia gama de posibilidades de vivienda disponibles. El proceso de inventario y encuesta acercará la planificación directamente a la gente, desmitificando la asignación de recursos.

La prioridad inmediata de la Agencia Nacional de la Vivienda será acabar con la falta de vivienda y la inseguridad habitacional. Tomará medidas inmediatas para hacer frente al hacinamiento, la inaccesibilidad y las viviendas insalubres o inseguras, dando prioridad a las comunidades e individuos especialmente oprimidos. Con este fin, ordenará la incautación y nacionalización de las viviendas vacías, que serán reurbanizadas y administradas como viviendas públicas. En colaboración con la Oficina de Salarios, Precios y Alquileres, la Agencia Nacional de la Vivienda reducirá inmediatamente los alquileres a un coste simbólico y dará a los inquilinos la opción de ser propietarios de sus viviendas. El nuevo gobierno socialista condonará unilateralmente todas las deudas hipotecarias. Ningún trabajador debe temer que le arrebaten la casa de debajo de los pies. Al contrario, sólo los bancos, los arrendadores y los agentes hipotecarios deberán tener miedo. Con la abolición del mercado de la vivienda, ya no podrán sacar provecho de la necesidad habitacional de la gente. Por supuesto, no se permitirá a nadie poseer más de dos casas, y se animará a quienes tengan casas de vacaciones a que las pongan a disposición de los demás.

Una vez dados estos primeros pasos, se elaborarán planes integrales de vivienda para garantizar la abolición del racismo estructural. Estos planes se centrarán eliminar la segregación, el racismo medioambiental, la falta de energía y de agua, el crecimiento descontrolado, la ausencia de árboles de sombra, parques y espacios verdes, y otros problemas acuciantes. Después de tantas décadas de exclusión y privación de recursos, existe una necesidad urgente de reparaciones en el entorno construido. Estas reparaciones son una característica central de la reconstrucción socialista.

Del capítulo 9: «Delincuencia, policía y seguridad pública»

En lugar de un sistema que ofrece estabilidad mediante la fuerza y la intimidación, la nueva sociedad adoptará un modelo de seguridad pública participativa. Este enfoque significa que la mayoría de la población participará en actividades que disuadan, interrumpan y aborden las causas profundas del conflicto social. Desde la promoción de la salud pública comunitaria hasta la resolución de conflictos, los comités locales abordarán los conflictos a partir de la creación de relaciones, no de la fuerza bruta. Incluso bajo el capitalismo, está demostrado que las comunidades que combinan la seguridad económica con lazos sociales fuertes y estrechos, suelen invitar mucho menos a la intervención policial.

Un modelo participativo de seguridad pública también se basará en la interrupción de la violencia como práctica clave. Incluso hoy en día, la interrupción de la violencia es mucho más eficaz que la actuación policial capitalista, lo cual lleva al Estado capitalista a desfinanciar estos programas. La interrupción de la violencia reconoce que la violencia actúa como una reacción en cadena: la exposición a la violencia aumenta la probabilidad de cometer actos violentos más adelante, y la violencia puede producir un ciclo de represalias que convierte a las víctimas en agresores y viceversa. Los programas de interrupción de la violencia se basan en la divulgación y el compromiso de la comunidad para detener la violencia antes de que empiece. Localizan los conflictos en curso y responden con técnicas de mediación de conflictos. Se basan en la activación de las personas que gozan de credibilidad dentro de la comunidad, porque son ellas las que mejor entienden lo que la gente de su comunidad necesita.

No podemos subestimar el papel de los medios de comunicación, la educación, la ayuda y la cultura para paliar la violencia y los conflictos interpersonales, comunitarios y contrarrevolucionarios. El cine, la televisión o la música ya no valorizarán la violencia, el militarismo o la guerra. La cultura de masas dejará de sensacionalizar y celebrar la violencia patriarcal y otras formas de intolerancia y opresión. Los cambios en la sociedad serán inmensos si se pone fin a la incesante violencia contra los negros que se muestra en los noticieros nocturnos, en los dibujos animados de «copaganda» para niños, y en la continua representación del dominio masculino en las series de televisión. El espectáculo de la violencia será sustituido por una cultura de masas que cuente historias que impliquen relaciones sociales igualitarias, resolución de conflictos en lugar de violencia, y que reivindique el poder creativo del pueblo al tiempo que mantiene una estricta prohibición de la intolerancia organizada.

Del capítulo 10: «Acabar con las guerras imperialistas: construir un mundo de solidaridad y paz»

La política exterior del nuevo gobierno socialista se centrará en dos objetivos inmediatos:

1. Desmantelar todas las estructuras de «mando» estadounidenses que cubren el mundo, y

2. Reorientar el presupuesto militar de un billón de dólares hacia la satisfacción de las necesidades de la gente.

El primer objetivo es cerrar el Pentágono -el centro efectivo de la maquinaria de guerra mundial- así como cerrar todas las bases militares extranjeras y retirar las fuerzas militares y el armamento de otros países. La CIA y otros instrumentos de la subversión y la contrarrevolución serán desmantelados. La tierra utilizada para las bases será limpiada y desintoxicada para devolverla a los países soberanos en los que se encuentran. Las bases estadounidenses nacionales -cientos de las cuales son lugares que han contaminado el aire y el agua con niveles extremos de sustancias químicas cancerígenas- también serán desintoxicadas y reconvertidas a fines pacíficos, convirtiéndolas en instalaciones para la vivienda, la atención sanitaria, la cultura, el ocio, la formación laboral y la educación. Se indemnizará a las comunidades nacionales que se hayan visto perjudicadas por las bases y el militarismo. Todas las armas nucleares serán desmanteladas y deconstruidas en coordinación con otros estados poseedores de armas nucleares para poner fin a la amenaza de guerra nuclear.

Los Estados Unidos socialistas se retirarán de la OTAN imperialista, del tratado de seguridad entre Australia, Reino Unido y Estados Unidos (AUKUS); y de todas las demás alianzas militares abiertas y encubiertas. Asimismo, cesará la militarización del espacio y se desmantelará todo el armamento espacial y los satélites espía. Se desmovilizará al ejército estadounidense y se proporcionará un salario digno, puestos de trabajo sindicados y formación laboral a todo el personal desmovilizado. Se ampliarán los programas de atención sanitaria para todos los veteranos, y se ofrecerán revisiones exhaustivas y tratamiento de por vida para las lesiones físicas y psicológicas sufridas en el ejército y el servicio.

Digitalización y traducción: FDE